Cumpeo estaba en el taller , impaciente ,ansioso por dar comienzo a tan prometedora empresa ,de pronto ,al mirar hacia la calle vió la punta de una naríz, era su amigo Narizona que se aproximaba de manera inconfundible hacia el taller ,venía con un cliente... ... ¡ el primer cliente ! , en sus manos , la preciada mercancía : un tubo formidable : acero crudo , tan largo como recto , y que sin duda se negaría a ser doblado.
"No creo que se las puedan con este tubo" -dijo el cliente , mirando con desden la dobladora.
Pero Cumpeo comenzó a dar inicio a su ritual de trabajo ,miro de frente al tubo como quien se enfrenta a la lanza de un cacique guerrero o como quien esta a punto de derribar el pesado mastil de un barco de carga,su caja toraxica comenzó a temblar y sus brazos como tenazas tomaron la cabeza del tubo y la incrustaron en la dobladora, poco a poco la herramienta fue engullendo la redonda y larga espalda del interminable enemigo , la dobladora crujía y temblaba como un caballo de tiro , hasta que del otro lado , se asomaba la inclinada y curva tubería ,como pidiendo perdon por su atrevida insolencia . Cumpeo aplicaba todas sus fuerzas para terminar la pesada tarea, ya aparecian el sudor los gruñidos y algunos ruidos extraños . De pronto el trabajo llegó a su fin , y un sorprendido cliente entregaba el dinero pactado :un billete de mil pesos, el primer ingreso de la insipiente empresa.
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